Salmos 80 [1]
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SAL 80:1 OH Pastor de Israel, escucha: Tú que pastoreas como á ovejas á José, Que estás entre querubines, resplandece.
SAL 80:2 Despierta tu valentía delante de Ephraim, y de Benjamín, y de Manasés, Y ven á salvarnos.
SAL 80:3 Oh Dios, haznos tornar; Y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
SAL 80:4 Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo humearás tú contra la oración de tu pueblo?
SAL 80:5 Dísteles á comer pan de lágrimas, Y dísteles á beber lágrimas en gran abundancia.
SAL 80:6 Pusístenos por contienda á nuestros vecinos: Y nuestros enemigos se burlan entre sí.
SAL 80:7 Oh Dios de los ejércitos, haznos tornar; Y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
SAL 80:8 Hiciste venir una vid de Egipto: Echaste las gentes, y plantástela.
SAL 80:9 Limpiaste sitio delante de ella, E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.
SAL 80:10 Los montes fueron cubiertos de su sombra; Y sus sarmientos como cedros de Dios.
SAL 80:11 Extendió sus vástagos hasta la mar, Y hasta el río sus mugrones.
SAL 80:12 ¿Por qué aportillaste sus vallados, Y la vendimian todos los que pasan por el camino?
SAL 80:13 Estropeóla el puerco montés, Y pacióla la bestia del campo.
SAL 80:14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora: Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,
SAL 80:15 Y la planta que plantó tu diestra, Y el renuevo que para ti corroboraste.
SAL 80:16 Quemada á fuego está, asolada: Perezcan por la reprensión de tu rostro.
SAL 80:17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, Sobre el hijo del hombre que para ti corroboraste.
SAL 80:18 Así no nos volveremos de ti: Vida nos darás, é invocaremos tu nombre.
SAL 80:19 Oh Jehová, Dios de los ejércitos, haznos tornar; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.