Salmos 9 [1]
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SAL 9:1 TE alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas.
SAL 9:2 Alegraréme y regocijaréme en ti: Cantaré á tu nombre, oh Altísimo;
SAL 9:3 Por haber sido mis enemigos vueltos atrás: Caerán y perecerán delante de ti.
SAL 9:4 Porque has hecho mi juicio y mi causa: Sentástete en silla juzgando justicia.
SAL 9:5 Reprendiste gentes, destruiste al malo, Raíste el nombre de ellos para siempre jamás.
SAL 9:6 Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; Y las ciudades que derribaste, Su memoria pereció con ellas.
SAL 9:7 Mas Jehová permanecerá para siempre: Dispuesto ha su trono para juicio.
SAL 9:8 Y él juzgará el mundo con justicia; Y juzgará los pueblos con rectitud.
SAL 9:9 Y será Jehová refugio al pobre, Refugio para el tiempo de angustia.
SAL 9:10 Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste á los que te buscaron.
SAL 9:11 Cantad á Jehová, que habita en Sión: Noticiad en los pueblos sus obras.
SAL 9:12 Porque demandando la sangre se acordó de ellos: No se olvidó del clamor de los pobres.
SAL 9:13 Ten misericordia de mí, Jehová: Mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, Tú que me levantas de las puertas de la muerte;
SAL 9:14 Porque cuente yo todas tus alabanzas En las puertas de la hija de Sión, Y me goce en tu salud.
SAL 9:15 Hundiéronse las gentes en la fosa que hicieron; En la red que escondieron fué tomado su pie.
SAL 9:16 Jehová fué conocido en el juicio que hizo; En la obra de sus manos fué enlazado el malo. (Higaion. Selah.)
SAL 9:17 Los malos serán trasladados al infierno, Todas las gentes que se olvidan de Dios.
SAL 9:18 Porque no para siempre será olvidado el pobre; Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.
SAL 9:19 Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; Sean juzgadas las gentes delante de ti.
SAL 9:20 Pon, oh Jehová, temor en ellos: Conozcan las gentes que son no más que hombres. (Selah.)